Precaliente el horno a 375 °F.

Prepare la salsa de queso: coloque la leche en una olla pequeña a fuego medio-bajo.

Mientras tanto, coloque el aceite de oliva en una olla mediana a fuego lento. Agregue la harina a la olla con el aceite de oliva, revolviendo constantemente hasta que la mezcla comience a burbujear, aproximadamente 2 minutos. Apague la hornilla. Muy lentamente, incorpore la leche caliente a la mezcla de harina hasta que la leche se haya mezclado completamente. Agregue la sal, la pimienta, la nuez moscada y el queso suizo rallado y mézclelo todo con una cuchara de madera. Continúe revolviendo hasta que el queso esté completamente derretido. Pruebe para determinar su sabor (si tiene poco sabor, su gratinado tendrá poco sabor, así que agregue más especias según sea necesario). Ponga la mezcla aparte.

Hornee la mezcla de brócoli: vierta la mitad de la salsa en el fondo de una fuente para hornear. Coloque el brócoli encima y después vierta el resto de la salsa. Mezcle suavemente el brócoli con la salsa para que quede cubierto de manera uniforme.

Distribuya la mezcla de pan rallado panko con el queso parmesano de manera uniforme sobre el brócoli. Hornee durante 15 a 20 minutos. Encienda el horno en broil (rostizar) y cocine durante 5 minutos o hasta que la parte superior esté dorada.

Sirva caliente.

Consejo de cocción: para lograr una salsa con una textura espesa y cremosa, es muy importante que agregue la leche muy lentamente a la mezcla de harina.