EMPIECE AQUÍ
El mundo entero no tiene que saber que usted tiene diabetes, pero es importante que trate de compartir lo que ha aprendido sobre su condición, al igual que sus preocupaciones, con los miembros de su familia y amigos de confianza.
Si no tiene la costumbre de hacerlo porque siente que los preocupa, es el momento de empezar. No hay nada de malo en ello.
Comparta sus emociones, miedos y angustias con las personas que le cuidan y hágales saber cuando necesite su espacio personal. Recuerde que sus seres queridos están allí para ayudarle y apoyarle con su salud y bienestar, y cuanto más entiendan cómo ayudarle a manejar su diabetes, mejor le podrán asistir cuando lo necesite.
Al 39 % de los familiares de personas con diabetes les gustaría participar más en el cuidado de su ser querido, así que si les pide ayuda, probablemente notará una gran diferencia cuando sepan cómo se siente.
Reúnanse para cocinar platos y probar nuevas recetas deliciosas y saludables. Pídales que sean comprensivos y que no sean duros con usted cuando tenga un día difícil. Aunque lo hacen por su bien, ayude a sus seres queridos a encontrar un balance entre sugerirle lo que es bueno para usted y dejarle que encuentre su propio ritmo.
Quizás alguien sepa más de comida saludable, actividad física o le haga reír más. Busque en su círculo, incluso entre otras personas con diabetes, y rodéese de las personas más apropiadas para cada momento. No olvide agradecerles su apoyo.
Como parte del esfuerzo en equipo para manejar su diabetes, es indispensable que colabore con profesionales de la salud para diseñar un plan que se ajuste a sus necesidades y a la progresión de su diabetes.
Una buena relación con su médico y su equipo del cuidado de la salud debe ser esencial.
La confianza y buena comunicación pueden hacer una diferencia a la hora de manejar su diabetes.